domingo, 31 de mayo de 2020

El estilo Virgin, Góngora-Montes

Richard Branson, en su libro el estilo Virgin, define su forma de hacer negocios y lo presenta con cuatro principios: escuchar, aprender, reír y liderar. Cuenta como fueron sus inicios en la década de los sesentas, desde que dejó la escuela a los dieciséis años para fundar su revista Student en el Reino Unido, hasta su más reciente proyecto Virgin Galactic para explorar el espacio. Este estilo, “a su modo”, lo ha llevado a convertirse en un exitoso y adinerado empresario.

Ese recuento de su vida y proyectos me llevó a rememorar algunos de los míos y encontrar puntos en común, comenzando por la observación/reclamo de mi madre: -Tú siempre has hecho lo que has querido. Que comenzó con una primera revolución en los “dulces dieciséis” cuando también dejé la escuela para dedicarme por completo a jugar ajedrez.

Yo digo que el ajedrez fue un conocimiento innato para mí porque no guardo ningún recuerdo de que me hayan enseñado a jugar, aunque, según cuenta la historia, mi padre me sentaba en sus piernas mientras jugaba con su hermano los domingos en la casa y, luego, mi madre me enseño con detalle los movimientos de las piezas. Lo cierto es que siempre supe como hacerlo y disfrutaba mucho cada oportunidad que tenía de compartir con alguien este apasionante juego. El primer descubrimiento de la teoría del ajedrez fue en una visita a casa de mis padrinos cuando jugaba con un primo, descubrimos que mover una casilla el peón de la dama y una casilla el peón del caballo del rey era la mejor forma de comenzar una partida, tenía unos ocho o nueve años de edad.

El resumen de los diez puntos más destacados de Branson:

1.       Láncese y realice sus sueños

Cuando entré a estudiar contabilidad en la vocacional número cinco, ubicada a un costado de la Ciudadela del Distrito Federal, no sentí ningún reto académico y en una mañana “de pinta”, visité la Biblioteca de México en donde encontré un cartel, hecho a mano, que anunciaba el taller sabatino de ajedrez. Al siguiente sábado, yo era la primera persona en estar ahí incluso antes que los profesores. Comencé a tomar las clases y a leer las revistas que llevaban algunos de los participantes en donde se veían las fotos de los mejores ajedrecistas del mundo, los resultados de los torneos y las mejores partidas, la mayoría anotadas en bloque y solo algunas con comentarios. Fue cuando comencé a soñar con jugar junto a esos distinguidos adversarios y ganar los torneos. El ajedrez me ofreció todo lo que yo necesitaba para concentrar mi atención y se convirtió en mi pasión.

2.       Marque una diferencia positiva y haga el bien

A penas transcurrido un año de acudir puntual y sin falta al taller me ofrecieron la oportunidad de dar clases a los niños en el área infantil, la cuál acepté de inmediato, sin dudar, jamás había pensado en que podría hacer eso y ciertamente no sabía en lo que me metía, las primeras sesiones fueron agotadoras, teníamos en conjunto con la maestra Magda Flores casi cuarenta alumnos. Pero las satisfacciones no tardaron en llegar, hubo niños que en ese momento aprendieron a mover las piezas y luego se convirtieron en campeones distritales infantiles, formamos un grupo que avanzó mucho y rápido, varios lograron la primera categoría.

3.       Crea en sus ideas y sea el mejor

Cuando comencé a incursionar en el entrenamiento deportivo tras titularme como Maestro Internacional, meta que no me había propuesto, lo hice a través del deporte federado. De la nada recibí el cargo de entrenador nacional y la responsabilidad de acompañar al equipo mexicano que participó en el Festival Mundial de la Juventud en España, en esa ocasión iban los jóvenes Manuel León, Luis Ibarra, Javier Contreras, Paulina Carreras, Uriel Capó, Rubén Canales, sólo por mencionar a los más destacados. El resultado fue el acostumbrado, salvo por la actuación de Manuel que empató del sexto al doceavo puesto. Entones me comencé a dar cuenta de cómo se manejaban las cosas en la federación carencia de planes, negociaciones bajo la mesa, prebendas y componendas de todo tipo, manejos que son factor común hasta la actualidad. En ese momento recibí uno de los mejores consejos que me han dado, un amigo que me entrevistó para un periódico me dijo: -Cuando vas al mar te quedas en la playa o te metes a nadar, pero nuca permaneces en donde revienta la ola. Dejé la federación y decidí dedicarme como entrenador a preparar atletas que han conseguido numerosos resultados destacados, desde entonces me he esforzado por estar al día y lo mejor preparado posible para ayudar a alcanzar sus metas deportivas a quien lo necesite.

4.       Diviértase y cuide a sus colaboradores

Aunque formalmente no he iniciado una empresa dedicada al ajedrez he realizado varios proyectos exitosos en los que se han cumplido los objetivos propuestos, torneos masivos, seminarios de organización, promoción y entrenamiento deportivo, clases de ajedrez pedagógico en las escuelas, etcétera. Comparto la idea de que es muy importante dar un servicio de calidad, no sólo para conseguir la satisfacción del cliente, también para dar la mejor impresión al público del quehacer ajedrecístico. Nada de esto lo he conseguido solo, siempre me han acompañado personas muy valiosas, apasionados y especialistas en su campo, de diversas partes del país, que han disfrutado tanto como yo de cada detalle y experiencia que nos ha dejado esta faceta del ajedrez.

5.       No se rinda

El camino no ha sido fácil, la envidia de los competidores, el desprecio de las autoridades deportivas por no sumarme a su juego y sus reglas, la falta de recursos económicos, entre otras cosas, me ha obligado a buscar maneras ingeniosas de llevar a buen término los diferentes proyectos ajedrecísticos. No puedo odiar a quien ha querido “meter el pie”, al contrario, les agradezco porque me han ayudado a ser mejor persona y más comprometido con mi trabajo. Seguimos con mucho entusiasmo planificando nuevos proyectos y colaboraciones con diversos actores del ajedrez nacional e internacional.

6.       Escuche, tome muchas notas y siga asumiendo nuevos retos

La experiencia que obtuve trabajando en el programa Ajedrez por Aguascalientes es invaluable, fue como haber ido a la universidad y licenciarme en administración, con la diferencia de que, mientras aprendía, hacía lo que más me gustaba y me pagaban por eso. Hasta el día de hoy los campeonatos abiertos de Aguascalientes de 2007 y 2008 han sido los mejor organizados de la historia en México. Los resultados deportivos de los atletas que trabajaron conmigo en el Centro de Alto Desempeño fueron sorprendentes, pasamos de ser el peor estado del país en ajedrez a tener representantes en campeonatos panamericanos y mundiales juveniles. Una de mis tareas fue hacer un blog en donde quedó documentado mucho del trabajo realizado en los cinco años que duró el programa, esa información sigue siendo referencia para mis actividades actuales y para otras personas que dedican sus esfuerzos a lograr un mejor desarrollo en el ajedrez de sus comunidades.
Blog del porgrama Ajedrez por Aguascalientes

7.       Delegue y pase más tiempo con su familia

Este punto ha sido en el que he fallado, honestamente, creía que si no hacía yo las cosas no podrían salir bien, además de que ha imperado mi espíritu aventurero y he pasado más tiempo fuera de casa que en ella. Sin embargo, en los últimos años que he vivido en la Ciudad de México, he reducido mis horas de trabajo lo más posible y compartido un poco más con mi madre que es quien me espera en el hogar.

8.       Apague su computador y su iPhone y vaya a poner el derrière

No tengo un iPhone, así que transcribiré las palabras de Richard Branson: “En lugar de quedarse sentado frente a una pantalla toda la vida apáguela con cierta regularidad y salga al mundo.” “La vida no es un ensayo general, es nuestra presentación definitiva.” “Con tanta gente fascinante por conocer, tantas aventuras emocionantes por vivir y retos interesantes por asumir, no hay tiempo que perder.”

9.       Comuníquese, colabore y vuelva a comunicarse un poco más

Este blog cumple casi nueve años de existencia, desde que inicié mi autoexilio en España, en parte esa es una de las razones de esta nota, el lector curioso encontrará una reseña valiosa de muchos elementos de mi experiencia personal en el mundo del ajedrez.

Definitivamente la comunicación y la colaboración son la base de el crecimiento social, hay que construir sinergias y seguir adelante con las actividades productivas, en nuestro caso, “llevar el ajedrez a una nueva era”. Este momento de contingencia sanitaria que estamos viviendo nos está dejando muchas enseñanzas que no debemos desaprovechar en lo referente a la práctica y la enseñanza en línea.

10.   Haga lo que a usted le gusta y tenga un sofá en la cocina

“Siempre y cuando usted esté rodeado por la gente que quiere y haciendo lo que le gusta, en realidad no importa mucho en dónde se encuentre.” Seguiremos haciendo ajedrez, mientras tengamos la oportunidad, de eso no hay duda.

En el ajedrez hay tres principios fundamentales que rigen la partida de principio a fin: controlar el centro, desarrollar las piezas y cuidar la estructura de peones. ¿Cómo mi vida imita al ajedrez? Con tres principios fundamentales: aprender, ser feliz y trascender.

domingo, 24 de mayo de 2020

Garry Kasparov por Mijail Yudovich



No recuerdo cómo llegó a mis manos este libro, pero marcó de un modo importante mi visión del ajedrez competitivo. La mirada de Garry Kasparov en la foto de portada lo dice todo: “El triunfo viene sólo en la lucha. Hace falta entrenar constantemente la voluntad…”

Cuando comencé a competir en torneos de ajedrez Kasparov ocupaba, indiscutiblemente, el trono del ámbito ajedrecístico, por lo que se convirtió en referencia obligada de todo el conocimiento técnico que tenía que aprender y, a través de la obra de Yudovich, pude conocer al campeón del mundo y su entorno, además, me proporcionó los elementos fundamentales y la inspiración necesaria para incursionar con éxito en la arena deportiva.

Los temas que me parecen más destacables en la obra de Yudovich son: la importancia y el significado de la “Escuela de Botvinnik” de la que Kasparov formó parte como estudiante y maestro. El trabajo en las aperturas, herencia indudable del elemento anterior; como investigador, Kasparov aportó muchísimo a la teoría del ajedrez; Nakamura y Carlsen, cuando trabajaron con él, reconocieron que lo más valioso de su relación había sido el acceso a su base de datos con sus análisis personales. Recuerdo haber leído en otra fuente una anécdota del equipo de analistas de Kasparov, que había estado trabajando durante varios días en una variante específica para un encuentro importante y cuando le presentaron sus conclusiones, el campeón les echo un vistazo y les hizo notar que eso estaba mal demostrándoles, en unos minutos, lo superficial de sus ideas. En lo particular, los ejemplos y análisis de la variante Botvinnik de la defensa semi-eslava contribuyeron a su inclusión en mi repertorio de aperturas y con algunas victorias en las partidas. Los análisis de las partidas propias es un tema tratado hasta el cansancio por todos los autores del entrenamiento ajedrecístico pero muy pocos hacen notar el hecho de comprobar y revisar esos análisis una y otra vez con la perspectiva del tiempo y la crítica, Yudovich no deja de señalar esta cualidad en el trabajo de Kasparov. La importancia de la preparación psicológica y el entrenamiento para enfrentar las competiciones también son mencionados en las descripciones del entorno de cada reto deportivo durante toda su carrera, desde que es un candidato a maestro hasta que se convierte en el campeón defensor del título mundial.

El libro hace tres referencias bibliográficas muy importantes: Primera, la obra “Cómo se forma un ajedrecista” del genial mexicano Carlos Torre Repetto editada en ruso en 1926, misma que es prácticamente desconocida en México y de la que sólo conocemos un extracto traducido por el maestro Raúl Ocampo con el título Desarrollo de la habilidad ajedrecística. Segunda, el libro de Kasparov “La prueba del tiempo”, que es testimonio de sus propios logros deportivos y un análisis crítico de sus partidas, mismo que consiste en revisar análisis anteriormente publicados. Y, tercera, “La ciencia de la victoria” de Alexander Surovov que es un manual de combate para el ejército ruso y lectura recomendada por su enfoque no ortodoxo.



Considero tres partidas notables en la selección del autor para incluirlas en mi repertorio de partidas modelo: Kasparov – Portisch, Niksic, 1983 como ejemplo del ataque directo al rey; Karpov– Kasparov, partida 27 del match por el campeonato del mundo, Moscú, 1984, como modelo de anticipación en la identificación de la debilidad de la posición, ejecución de su ataque y conquista, y realización de la ventaja para la victoria. Karpov –Kasparov, partida 11 del match por el campeonato del mundo, Londres, 1986, como ejemplo del “trabajo de laboratorio” de los ajedrecistas y su ejecución y lucha en posiciones complejas. También hay que destacar la partida Karpov – Kasparov, décima sexta del match, Moscú, 1985, cuando apareció el famoso Gambito Kasparov.



Mijaíl Yudovich falleció en 1987, antes de completar su obra.

Al final, ese libro fue donado como premiación para un torneo en el Club de ajedrez “La Cabaña” que tantas otras experiencias nos legó.

martes, 12 de mayo de 2020

Lasker's Manual of Chess





De la relectura del libro Lasker’s manual of chess (Manual de ajedrez) nos quedan muchas consideraciones remarcables:

1.       El autor no ceja, en ningún momento, en su descripción apasionada del ajedrez y en su invitación al descubrimiento de la verdad y la belleza en el juego.

2.       El repertorio de aperturas propuesto es aún vigente como guía básica. Por ejemplo, en los párrafos dedicados a la apertura Ponziani, encontramos que generalmente se apega a las recomendaciones de Stockfish 11 y, en las bases de datos actuales, encontraremos partidas de referencia de grandes maestros de más de 2600 puntos de elo, incluido Magnus Carlsen, empleando esas líneas.

3.       Puntualiza claramente, como principio del pensamiento de búsqueda de jugadas el establecimiento de metas, más allá del cálculo concreto que, en todo caso, ha de servir sólo como método de ejecución y comprobación de la exactitud de la idea.

4.       Para la táctica, es muy instructiva su postura al respecto: encontrar la función de las piezas en cada posición y el modo de obstaculizar esa función para alcanzar las metas de la combinación. “El poder de una pieza decrece cuando tiene una tarea específica que cumplir”.

5.       El uso constante de composiciones y estudios para realizar las explicaciones fundamentales de la técnica ajedrecista aumenta la admiración del lector.

6.       La sistematización y explicación de los principios de Steinitz mediante el uso de ejemplos prácticos facilita su comprensión.

7.       Para la planificación y el juego posicional reafirma la importancia de las ideas: buscar un ideal, una meta concreta, una distribución de piezas específica son “la raíz del pensamiento ajedrecístico”.

8.       El principio del ataque. “En ajedrez el mandamiento ético dice: Busque la combinación que le da la ventaja. Crea en la existencia de esa combinación y busque para encontrarla. Y si ha buscado en vano cien veces, continúe. Posiblemente la ventaja que cree tener es solo una ilusión; sus valoraciones pueden ser incorrectas: compruébelas y mejórelas. Pero, antes que nada, busque diligentemente; trabaje, porque ese trabajo será recompensado.” Este tipo de guía filosófica se encuentra a través de todo el libro, no se limita a las sesenta y cuatro casillas del tablero.

9.       El ajedrez como arte, a través de la composición es un elemento que no debe quedar fuera del estudio ajedrecístico.

10.   Los ejemplos y modelos del libro sexto son un auténtico repertorio básico de partidas modelo para el ajedrecista de competiciones, “… deben ser suficientes si el lector las revisa atentamente; prueba, comprueba y aplica lo que ha leído hasta que se apropia de ello. La práctica es variada, deje que lo que se quede en la mente sea provechoso, claro, sencillo y, antes que nada, sistemático.

11.   Muchos de los ejemplos son partidas del torneo de Baden Baden, 1925, en el que participó el ajedrecista mexicano Carlos Torre Repetto.

12.   Cualquier persona puede estudiar ajedrez y progresar en cualquier momento de su vida. Cualquier persona puede comprender los elementos necesarios para apreciar su arte y encontrar satisfacción en la práctica del juego. La propuesta del autor son 200 horas de estudio.

13.   “La educación en ajedrez debe ser una educación del razonamiento y juicio independientes. El ajedrez no debe ser memorizado… Usted no debe tener en la mente nombres, ni números, ni eventos aislados, ni siquiera resultados, sólo métodos. El método es plástico. Es aplicable en toda situación.”